Un organismo
La arquitectura es un ser viviente con innovaciones y
desintegraciones, es modificada constantemente a través de los años. El
funcionamiento/propósito de los espacios se altera a través de las generaciones,
lo que solía ser útil en generaciones precedentes como, por ejemplo, las
chimeneas, comienza a ser inútil o a perder validez; en este caso, las fábricas
están comenzando a producir chimeneas eléctricas. El testamento para la
subsistencia y eficacia de una estructura es el tiempo; el clima o un evento
sísmico determina la dureza de la arquitectura. Todo elemento pierde belleza
y/o designio, tal como el cuerpo humano; la naturaleza desintegra y decae el
proyecto humano, la arquitectura.
Los cambios son continuos e inevitables; los ingresos
y materiales son testigos de estos cambios. La tecnología y globalización permite
la inserción de materiales contemporáneos, materiales “peligrosos” son ahora
controlados y aprovechados en la integración de la arquitectura. Anteriormente,
los sótanos se utilizaban para los carruajes, sin embargo, la tecnología innovó
la sociedad. Hoy en día, esos espacios son ineficaces y requieren innovación,
con fin de ser “útiles”; la arquitectura contiene el poder de dividir la
sociedad en dos, quienes ejercen la modernidad y quienes apoyan lo tradicional.
Modificamos para darle un sentido de modernidad al espacio; la modernización
causa daños en la preservación de la arquitectura, pero no la elimina íntegramente.
La arquitectura se desarrolla a través del tiempo, la
construcción es meramente el comienzo; utilizamos las leyes de la naturaleza
para construir, la naturaleza crea arcos naturalmente con sus rocas y
sedimentos. Además, no la podemos comprender a simple vista, contiene un mundo completamente
invisible para el ojo humano. Adquiere significado una vez la historia detrás
de ella es revelada; si un espacio era empleado para la celebración de dioses, la
ubicación es considerada sagrada. Las guerras e invasiones no destruyen la
arquitectura, sino la definen. En la actualidad, las imperfecciones son
reducidas debido a los cambios sociales; los avances tecnológicos permiten la
corrección instantánea de fallos.
Las arquitecturas pierden valor, a consecuencia de las
críticas de la audiencia, aún más en la modernidad, en donde la globalización
sigue aumentando por los diversos métodos de comunicación; si un colectivo de
individuos critica el proyecto de un artista, sus seguidores harán lo mismo. Su
envergadura es subordinante de la interpretación de la audiencia; son metáforas
abiertas. Nuestros cuerpos envejecen y evolucionan, de igual manera que los
“órganos” de la estructura; además, no funcionamos sin ellos ni un órgano puede
desempeñar su ocupación por sí solo. Utilizamos la documentación de nuestras
ideologías para adaptar nuevas visiones de las sociedades. Ingeniamos para
perfeccionar; la utilización simultánea de las ideas del pasado y presente
conceptualizan el modernismo.
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